Una profesión al servicio de todas: Trabajadoras Sociales en Centros Penitenciarios
Los centros penitenciarios no solo cumplen una función de seguridad, sino que también son espacios donde se trabaja por la reinserción social y la recuperación personal de quienes cumplen condena. En este proceso, las trabajadoras sociales desempeñan un papel fundamental, garantizando que las personas privadas de libertad tengan acceso a recursos y oportunidades que faciliten su integración en la sociedad.
Desde un enfoque de derechos, su labor permite que las personas internas puedan acceder a educación, formación laboral y apoyo social, reduciendo así el riesgo de exclusión una vez finalizada su condena.
Funciones de las trabajadoras sociales en prisión:
✔️ Acompañamiento y apoyo emocional: Muchas personas en situación de privación de libertad presentan historias de exclusión social, pobreza o problemas de salud mental. Las trabajadoras sociales ofrecen orientación y apoyo para ayudarles a afrontar su realidad y mejorar su bienestar.
✔️ Gestión de programas de formación y empleo: La educación y el empleo son herramientas clave para la reinserción. Las trabajadoras sociales facilitan el acceso a cursos educativos y programas laborales dentro de los centros penitenciarios, promoviendo así la adquisición de habilidades que favorezcan la integración en el mercado de trabajo.
✔️ Reforzar los lazos familiares y sociales: El mantenimiento de relaciones familiares y comunitarias puede ser determinante en la reinserción social. Las trabajadoras sociales gestionan recursos para facilitar la comunicación con el entorno y fortalecer estos vínculos.
✔️ Preparación para la vida en libertad: La salida de prisión supone un reto, especialmente para aquellas personas que carecen de apoyo externo o recursos para empezar de nuevo. Las trabajadoras sociales coordinan con entidades y servicios comunitarios para garantizar que las personas egresadas cuenten con las herramientas necesarias para su reintegración.
El trabajo social en el ámbito penitenciario contribuye a que el sistema de justicia no solo se enfoque en el castigo, sino también en la reparación y la oportunidad de construir un futuro distinto. Porque la justicia social implica segundas oportunidades.
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