CARTA ABIERTA A MEDIOS, PROFESIONALES DE LA COMUNICACIÓN, ADMINISTRACIONES Y REPRESENTANTES POLÍTICOS
Hemos de decirles, que hacer declaraciones irresponsables e irrespetuosas poco tienen que ver con la ética y la profesionalidad. Que poner el dedo acusador sobre profesionales no da respuesta a la verdadera situación ante la que nos encontramos. Afirmar que violencia de género es violencia intrafamiliar, es del todo una falacia. Que siempre esta profesión ha defendido que estamos al lado de las personas, hemos denunciado, propuesto y promovido todo tipo de acciones para acabar con la lacra social que es la violencia de género.
Declaraciones tan desafortunadas como la de Mª Jesús Pereira sin lugar a dudas es desconocer nuestro papel en todo el proceso. Y a usted le digo, que la trascendencia de la profesión de trabajador/a social para el interés general y en el ámbito de la tutela de derechos sociales fundamentales es indudable y se manifiesta en los múltiples ámbitos de trabajo que intervenimos.
La intervención del profesional del trabajo social con víctimas de violencia de género puede desarrollarse en múltiples contextos, desde Servicios Sociales, Centros Especializados, Ongs, el ámbito Sanitario, Educativo y Jurídico. Se considera absolutamente necesario para ello una formación reglada, somos titulados y tituladas universitarias Sra. Pereira, pero además especialistas en las relaciones humanas.
El/la profesional es capaz de detectar situaciones de Violencia de género. El itinerario que soporta la víctima supone un desgaste personal y emocional indescriptible, que requiere de un acompañamiento constante.
Deberían ustedes saber que los Centros de Servicios Sociales, o los Servicios de Salud son la puerta de entrada de nuevas víctimas, es por ello absolutamente necesario una atención profesional especializada, con protocolos de atención personalizada y suficientes ratios profesionales para una atención de calidad.
Cabe destacar que el/la profesional del Trabajo social es el verdadero conocedor del entorno de la víctima, quien puede aportar datos de su situación, de los recursos intervinientes y de las posibilidades de apoyo. Es un profesional, capaz de encaminar desde la primera atención un proceso de atención organizado a través de los diferentes agentes implicados y coordinando acciones.
La dejadez de las administraciones a la hora de exigir esa colegiación, garante del control deontológico y de la buena praxis es una muestra más del desconocimiento de que la colegiación es la única vía que habilita para el ejercicio profesional.
Y a ustedes políticos, dejen de poner el foco en una profesión que ha ayudado a la creación de todo un sistema de atención y bienestar social. Existe un Sistema de Servicios Sociales Públicos porque así esta profesión lo defendió en el borrador constitucional. Cuestión poco conocida y poco reconocida. Seguiremos trabajando a favor de la justicia social.
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