COMUNICADO FITS AGRESIÓN MILITAR EN UCRANIA

“El trabajo social ha respondido durante muchas décadas a las tragedias humanas que siguen a la guerra. La agresión militar en Ucrania resultará en muerte, destrucción, más abusos de los derechos humanos, movimientos de refugiados a gran escala y traumatización de las personas.
Históricamente hemos visto que las disputas por la tierra a esta escala internacional, aparentemente alimentadas por la necesidad de poder y control, afectan todos nuestros futuros compartidos. Un conflicto de esta proporción también dará como resultado un aumento de los precios de los productos básicos clave en todo el mundo, lo que contribuirá a aumentar los niveles de pobreza y exacerbará la agenda del cambio climático. Esto afecta a todo el mundo en todo el mundo.

Vemos a nuestros líderes mundiales luchando por encontrar un camino pacífico a seguir. Como profesión que trabaja con comunidades y conflictos, reconocemos el papel de la sociedad civil en la defensa de la paz y el reconocimiento de la dignidad y el respeto de todas las personas.

Las disputas sobre la tierra, las fronteras y la identidad nacional deben resolverse mediante la construcción de relaciones respetuosas basadas en la confianza y una visión conjunta de futuros compartidos. La experiencia de nuestra profesión incluye el apoyo a la sociedad civil para influir en la consolidación de la paz en Irlanda del Norte, El Salvador, Ruanda, Timor Oriental y muchos otros lugares. Hemos aprendido que es un ingrediente clave para crear el espacio para que las personas se escuchen, superando la inseguridad de las personas y dotándolas de confianza para restablecer la confianza, la base de todas las buenas relaciones humanas” (Disponible en https://www.ifsw.org/military-aggression-in-ukraine/)

Desde nuestro Colegio queremos remarcar las injustas consecuencias humanitarias, sociales, sanitarias y de violación de #DerechosHumanos qué supone cualquier agresión a la sociedad civil, con el consiguiente sufrimiento (directo e indirecto) para millones de personas, fundamentalmente las más vulnerables. Es por eso que pedimos una planificación de políticas sociales orientadas no sólo a la acogida de quienes tendrán que desplazarse forzosamente, sino para una acogida digna desde el respeto a los derechos humanos.